Efectivamente, las tareas repetitivas y los procedimientos establecidos serán abordados por la tecnología. Las personas estarán abocadas a la resolución de problemas y la creación de nuevos proyectos.
Frente a este futuro, no bastarán los conocimientos y las competencias, se requerirá del potencial natural y la vocación.
Tampoco necesitaremos ser multitarea o saber de todo. El talento nos dará la capacidad de adaptarnos al cambio, además de preverlo.
Cuando el trabajo está en la misma línea del objetivo de vida, se tiene la predisposición de ser versátiles y adquirir el tipo de conocimientos y competencias necesarias que apoyen ese objetivo.
No importa que las circunstancias cambien, nuestro potencial y objetivo no cambiará. Así enfrentaremos los vaivenes del medio.